ESQUELA

Resulta muy difícil despedirse de ti, Marco.

Los que te hemos conocido sabemos lo que se va, un gran amigo y una bella persona, alguien irreemplazable. Para los que no hayáis tenido esa suerte, he de deciros que la familia del ajedrez asturiano pierde a uno de sus más apasionados miembros.

Una pasión que fue más allá del tablero y que le convirtió en un destacado organizador y árbitro. Y a todo esto hay que añadirle el compromiso. Con su club, al que ayudó a estar siempre entre los mejores y con la Federación, en la que ocupó varios cargos con distintas directivas.

Todos deberíais saber que en su etapa como tesorero colaboró decisivamente para sacar al ajedrez asturiano de una situación gravísima. Todo eso hemos perdido esta tarde negra y jamás habrá compensación.

Por Pruneda